La osteocondrosis es un proceso patológico crónico en el que las vértebras y los discos intervertebrales situados entre ellas sufren cambios degenerativos-distróficos. Muy a menudo, esta enfermedad afecta la columna cervical y lumbar. La columna torácica se afecta con mucha menos frecuencia, sin embargo, esta patología presenta ciertas dificultades en cuanto al diagnóstico diferencial, ya que puede confundirse con enfermedades cardíacas, pulmonares o de cualquier otro tipo. En este artículo, analizaremos la osteocondrosis torácica en términos de síntomas y tratamiento.
Cuadro clínico en la osteocondrosis de la región torácica
El principal signo clínico de cambios degenerativos-distróficos en la columna torácica es el síndrome de dolor localizado entre los omóplatos, en el tórax, a lo largo de las costillas, etc.
Algunos pacientes reportan dolor moderado, otros reportan dolor extremadamente severo. El síndrome de dolor se agrava al respirar profundamente, girar o inclinar el torso, levantar los brazos, así como otros tipos de actividad física. Debido a la localización del dolor, la osteocondrosis puede confundirse con angina de pecho, infarto de miocardio, pancreatitis y algunas otras enfermedades. Es extremadamente importante realizar un diagnóstico diferencial completo.
Debido al dolor intenso, el paciente no puede respirar profundamente, lo que le hace sentir que le falta el aire. Paralelamente, los trastornos sensibles de las extremidades superiores a menudo se observan en forma de entumecimiento, hormigueo y mucho más, tensión muscular en la espalda. En algunos casos, el cuadro clínico se complementa con trastornos en el sistema digestivo, por ejemplo, hinchazón, dolor epigástrico, acidez estomacal, etc.
Tratamiento de la osteocondrosis de la columna torácica
En primer lugar, durante el período de exacerbación de la osteocondrosis de la columna torácica, se recomienda adherirse a la cama o al menos a la mitad del reposo en cama.
Los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos se usan para aliviar el dolor.
En 2014, científicos de la Universidad Médica Nacional de Kazajstán publicaron un artículo cuyos resultados establecieron la efectividad del tratamiento complejo de la osteocondrosis con el uso de relajantes musculares.
En cuanto a los relajantes musculares, están destinados a detener el espasmo muscular.
El plan de tratamiento se complementa necesariamente con vitaminas B, procedimientos de fisioterapia. De los métodos fisioterapéuticos, se pueden utilizar electroforesis, magnetoterapia, fonoforesis, etc.
Después de detener el proceso agudo, al paciente se le pueden recetar cursos de masajes, ejercicios terapéuticos.
En algunos casos, se puede decidir el tema de la intervención quirúrgica, por ejemplo, en presencia de una hernia intervertebral que comprime la médula espinal.